El repudió que noté hacía la marcha no venía simplemente de grupos conservadores o religiosos, a veces ni siquiera de los miembros de más edad en la sociedad. Las redes sociales, al menos en las que me encuentro inmerso, se llenaban con mensajes de odio al movimiento. Cabe mencionar que estos comentarios no eran únicamente de personas heterosexuales. "La marcha no me representa", era la consigna de algunos contactos abiertamente homosexuales, pero más conservadores.
No quiero parecer un mojigato, realmente nunca me había interesado asistir a la marcha, pero no tenía nada que ver con los prejuicios que existen respecto a ella; simplemente soy muy flojo para marchar. Sin embargo, ver tanta negatividad hacía un evento que año con año se realiza, y tantos comentarios extremadamente homofóbicos contra los asistentes: removió mi curiosidad y decidí experimentarla en carne propia.
En el principio...
Haya por el año de 1969, el 28 de Junio en Nueva York; ocurría en la madrugada una violenta redada en un bar gay llamado Stonewall Inn. Cansados del acoso de la policía, y de una sociedad opresora, comenzaron a crearse organizaciones activistas que en un año lograron vencer obstáculos de clase y de género para formar una comunidad unida.
Dos años después, en el aniversario de ese suceso violento, se llevaron a cabo las dos primeras marchas del Orgullo Gay: una en Nueva York y otra en Los Ángeles.
Estos sucesos impactaron en el mundo, y llegaron a oídos de los mexicanos. En 1971 circulaba el libro de Norma Mogrovejo: Un amor que se atrevió a decir su nombre, en el cual relataba como un empleado de Sears fue despedido por exhibir una "conducta homosexual". Esto llamó la atención de un grupo de intelectuales y artistas, que se reunieron para crear el "Frente de Liberación Homosexual en México".
Sin embargo, la primera marcha en México no se llevaría a cabo sino hasta 1979,con la colaboración de tres principales grupos: El FHAR, el Grupo Lambda de Liberación Homosexual y OIKABETH (Movimiento Lésbico Feminista en México). En esta primera ocasión se marchó para defender los derechos de los homosexuales y erradicar la violencia por parte de policías y la sociedad.
Hoy en día:
Han pasado ya 39 ediciones de la Marcha del Orgullo en la Ciudad de México,y en definitiva muchas cosas han cambiado. El léxico para referirse a la diversidad sexual se ha ampliado y creo que seguirá aumentando conforme vayamos especificando detalles. Sin embargo, con los 90 contingentes presentes, lo que primeramente se promovió fue la inclusión.
Recuerdo que llegamos muy temprano, apenas decoraban muchos de los carros alegóricos de la marcha. El ambiente ya tenía un tinte de carnaval, las drags con exóticos vestidos, muchos de cosplay de super héroes, caricaturas o vídeojuegos; y algunos ya comenzaban a mostrar gran cantidad de piel. Ojo, en ningún momento lo sentí con un toque vulgar.
Algo que llamó mucho la atención, fue la fuerte presencia de la publicidad como "colectivos". Uber y Cabify ni siquiera mostraban mucho apoyo a la comunidad LGBT, como el interés por la publicidad antes los miles de asistentes. Y ya mejor ni empiezo a hablar de lo que hizo Sephora.
Al principio estaba un poco confundido. No entendía muy bien qué hacían la mayoría de los asistentes marchando. Supuse que cada quién tenía un motivo para hacerlo, sería imposible preguntarle a cada uno su por qué y luego computarlo en una lista. Pero bueno, supongo que es de esas cosas que haces una vez al año. En el que te puedes poner los tacones, la peluca, un vestido largo, sin importar las normas sociales de vestimenta; y que la gran mayoría te admiraría en lugar de juzgarte.
Un día al año, en el cual no tienes que guardar lo que eres en el closet, en casa, o en algún bar; sino que puedes ir por Reforma, bajo la mirada del Ángel y decir, estoy orgulloso de lo que soy.
¿Por qué sólo un día al año?
No voy a pretender que todo es perfecto, como si todas las personas que van a la marcha son "buenas" o "correctas" como muchos quieren denominarlas. Sin embargo, ¿todo es blanco o negro? Digamos que para mucho de la comunidad LGBT todo es blanco, están las buenas intensiones; y para los radicales conservadores todo es negro, todo perversión y desviación. Pero ¿y los tonos de gris?
Sí, obvio hubo desnudos totales, bailes exuberantes, ebriedad y violencia. Pero, ¿por qué recordamos sólo esto, y no lo demás? No recordamos a una Crystal, una mujer que no tuvo más opción que buscar su transición ya rayando la tercera edad. No recordamos a un grupo de baile que y no importa si usas pantalones o faldas, sólo debes amar bailar. ¿Por qué no recordamos lo bueno? ¿Sesgo negativo?
Como ya dije, vi de todo en la marcha, eso incluye a la Brigada Roja Anti fascista. Los cuales se unieron a los colectivos por un carril lateral, con ropas negras, banderas rojas, bates y la cara cubierta. Apoyaban a la marcha, pero como ellos lo decían, al movimiento, no al desfile que podría parecerle a muchos. Realmente imponían. Avanzaban a paso rápido, mucho más que los demás colectivos. Al rededor de las tres de la tarde (si no me equivoco), llegaron al Zócalo. Jamás sabré exactamente que pasó, llegué cuando los arrestos se estaban llevando a cabo; pero dicen las malas lenguas del internet que hubo un altercado entre esta Brigada y unos supuestos nazis (digo supuestos, porqué no tengo pruebas).
Tras esto, había considerado mi día terminado. La violencia me parecía una amenaza factible, a pesar de que la policía ya había hecho barricadas para contener otro posible ataque, y muchos de la Brigada habían sido arrestados, a pesar de defender el colectivo -Ni estoy de acuerdo ni en contra, sólo me hizo reflexionar-.
Hay mucho por decir aun, lo sé. No me alcanzaría una entrada para expresar todo lo que quiero, pero al menos me sentí en paz. Veía el entusiasmo por los asistentes por ser lo más fieles a su esencia como les fuera posible. Entendía que marchaban por la integración a la sociedad, que la gente viera quienes eran realmente, y que el temor ya no era parte de ello. Marchaban por derechos.
¿Por qué han pasado 39 ediciones de la Marcha y aun no lo obtienen?
"Respeta mi familia, mi libertad, mi vida".
Y si alguien ya llegó a esta parte de la entrada, sólo me queda compartirles mi opinión, la cual ya sabrán si aceptar o no.
La Marcha es necesaria. Para muchas personas. La necesitan como medio para poder expresar quienes son, otros la toman como canal de publicidad, y otros más la toman como lucha social. Ninguna razón es más validad que la anterior. Aun falta mucho para que LGBTTIfobia (para no excluir a nadie) deje de ser un problema en el país, o en la ciudad; pero a todas las personas que se sientan personalmente molestas por qué este evento se lleva a cabo, por las vialidades cerradas y por los conflictos del transporte; sólo queda decirles: Dejen de dar un motivo para marchar. Ejerce la tolerancia, no tienes que aceptar ideas contrarías a las tuyas, simplemente aceptar de que existen y debes respetarlas. Apoya la igualdad de derechos, tanto los beneficios del concubinato, de la familia igualitaria y laborales.
Sé lógico, sé coherente. Si algo no te daña ni a ti, ni a tu familia, ¿tienes motivo para repudiarlo?
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