Con aroma a palomitas: La bella y la bestia (2017)

Creo que como todo sabiondo de internet, no soy fan de los remakes. Siempre he creído que indica que hay una falta de creatividad en los estudios que recurren mucho a eso, o que tienen un temor por apostar a nuevos proyectos.

Disney, por otro lado, ha sabido callarme la boca en más de una ocasión (¿Un musical hawiano? ¿Una película de día de muertos?).

La  Bella y la Bestia no solamente es un clásico eterno traído a carne y hueso, es una adaptación bien lograda en más de un aspecto.

Lo primero que quiero resaltar de está producción es el vestuario. Captaron muy bien la esencia de la película animada de 1991, además de adaptaciones al de Gaston, por ejemplo; manteniendo ese toque de la Francia del siglo XVIII.

Sin embargo, el CGI fue algo de lo que más abusaron. No sólo por la Bestia, que se veía más falso que los efectos de Teen Wolf; sino en todos los habitantes del castillo. Sí, Lumiere, Dindon y la Sra. Potts tienen la misma chispa que los caracteriza y se llevan la película -Excelente el doblaje de Ewan McGregor-; pero fue de que sus contrapartes computarizadas se veían falsas por lo que no encajan del todo en los escenarios. Más que nada el manejo de la luz es lo que los hace ver falsos.

Hablando de las actuaciones, dos de los que más brillaron fueron Luke Evans como Gaston y Josh Gad como LeFou. Se notó una construcción del personaje a conciencia de ambos, que ayudo a darle a la historia un peso más dramático. Mientras que Gaston mismo se iba deshumanizando, LeFou entraba en conciencia del bien y el mal.

Sé que deberías dedicar un párrafo a la actuación de Emma Watson y, no me malentiendan, no considero mala su actuación; sólo que no vi nada nuevo. Siento que está Belle en particular fue construida muy a la segunda, con matices muy neutros, y sin mucha ruptura emociona.

Sin duda alguna, mi parte favorita de la película es el soundtrack. Fue un acierto traer a Alan Melken de vuelta y agregar esas tres canciones a la historia. Le da un nuevo aire a la película, más madura, un poco más oscura y otro poco de realidad. Sin esas tres canciones, la película se hubiera quedado exactamente igual que la original -solo que con actores, duh- pero gracias a ellas descubrimos un poco más de este universo.

En conclusión, y en caso de que no lo hayan hecho ya, cuando vayan a ver está película, no tengan alguna expectativa en concreto. Déjense envolver por esta nueva atmósfera de un cuento de hadas clásico con un nuevo toque que, espero, hará que sin importar la edad, te re-enamores de ella