Sin embargo, debo admitir que Iron Fist no se encuentra entre estos privilegiados.
Un poco de contexto primero. Después del éxito de Daredevil, ya con dos temporadas, Netflix dio el anuncio de hacer una serie de los Defenders, pero primero haría una serie original de cada uno de ellos. Tuvimos a Jessica Jones, luego a Luke Cage y finalmente a Iron Fist.
En un principio la serie me tenía muy emocionado. Siempre me ha gustado el personaje en sí, su filosofía oriental y su estilo de pelea. Además que tener a Finn Jones (Ser Loras en Game of thrones) era algo que me tenía emocionado. Cuando se estreno la serie comencé a leer muchas críticas negativas sobre el show, la mayoría sobre todo por el whitewashing.
Sé que vivimos en la época de ser políticamente correctos, y que todo se tiene que hacer con lineamientos que no ofendan a nadie, pero creo que cambiar el personaje de Danny Rand por alguien asiático simplemente por que practica artes marciales es doblemente racista. En fin, no es por eso que la serie no terminó de convencerme.
La actuación de todos los personajes me gustó, desde el principal hasta los secundarios, que parecían ir haciendo una historia totalmente alejada de la principal, por sus negocios. Como siempre, ver a Rosario Dawnson fue lo mejor, su personaje es el puente entre todos estos superheroes, y verla tan seguido y tan importante me gustó bastante. Siempre que veía a Danny me provocaba dos cosas: querer abrasarlo por todos sus problemas emocionales o regañarlo al estilo Claire Temple por todas las niñerias que hacía.
Los Meachun eran otra historia. Conforme pasa la serie tienen muchos cambios, de villanos a héroes a victimas, pero es difícil odiar a alguno en particular.
La fotografía de Iron Fist es hermosa, y esto se debió a la tecnología usada en la producción de estas series de Marvel-Netflix. La tecnología de Dolby Vision, HDR. Tony D'Amore fue el técnico encargado de manipular las imágenes con este software y su consola. Manuel Billeter fue el encargado de llevar a cabo el trabajo de fotografia dentro de la producción. Creó, en combinación con todos los escenarios neoyorkinos, desde los edificios art-deco hasta los barrios bajos en Brooklyn y Queens; excelentes imágenes. La historia visual cuenta mucho dentro de este trabajo.
La historia era lenta, muchas veces veíamos cosas que no era necesario hacer énfasis en ellas, y algunos giros que más que ayudar, entorpecían. Llegué al episodio 7 sin tener la menor idea de a donde ibamos a llegar. Además agregar a esas alturas otro enemigo, no me parecía la elección correcta. Y entonces, cuando ya creías todo solucionado, te metían otro episodio, simplemente para cerrar uno de los muchos cabos sueltos.
Al final, creo que esperaba algo más contundente para darle paso a los Defenders, pero lo único que me quedo claro al final, es que tendremos que tener otra temporada de Iron Fist, y no que me moleste, pero esperaba mucho más de ellos.
Siempre he pensado que en gustos se rompen géneros, ni siquiera la crítica especializada debería decirnos que nos debe gustar o no; olvídense del whitewashing y de las comparaciones con Arrow mientras ven está serie, tiene buenos méritos así como muchos detractores, y no se olviden de decirme que les parece.
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